Por lo general, no nos detenemos a pensar que ese tipo de obstáculos pueden causar daños (daños a vehículos al estacionar, daños a gente que se tropieza, etc.). Y si llega a causar daño decimos "bueno, que se joda por b0ludo, el caño está a la vista", lo cual es cierto, pero también es cierto que la vía pública debe estar libre de obstáculos que impidan su libre utilizacón, y máxime cuando estos obstáculos fueron colocados intencionalmente por el frentista con algún interés personal.
También es bueno considerar que el daño puede ocurrir de noche, o en condiciones de visibilidad reducida, con lo cual en ese caso hay menos que achacarle al accidentado y más que achacarle al frentista (y a la municipalidad, desde luego, ya que el control y conservación de la vía pública son facultades y obligaciones indelegables de las municipalidades. Veamos algunas fotos:






Por eso, a quienes tengan este tipo de obstáculos en sus veredas, les recomiendo que los quiten, o que por lo menos tengan muy en cuenta las consecuencias que pueden acarrear!
Vean ahora este caso en particluar:

Imagínense un motoquero, que venía a las chapas, quiso esquivar un auto que venía cruzando y se mata justo contra los palitos de hormigón que colocamos en la esquina... se van a ver inmersos en un balurdo jurídico de magnitudes inconmensurables (como decía un profe mío) y van a pagar a lo loco... piensenlo dos veces...
Saludos... Gabriel...